Las medias de compresión son un pilar fundamental en el manejo de las varices. Su grado variará dependiendo de la magnitud de las varices que posea el paciente lo que traduce un mayor impacto de la hipertensión venosa sobre él. Por ello encontramos indicaciones en:
Medias de 15 a 20 mmHg para pacientes con varices pequeñas de poca repercusión,
Medias de 30 a 40 mmHg para sujetos con trayectos varicosos grandes, de gran repercusión, y
Medias de 20 a 30 mmHg para el resto de los pacientes en una condición intermedia y que forman un grupo bastante grande de la población.